martes, 29 de marzo de 2016

EL MÉXICO DEL SIGLO XX: LA CONFORMACIÓN DE UN ESTADO LAICO, CIVIL Y DEMOCRÁTICO

EL MÉXICO DEL SIGLO XX: LA CONFORMACIÓN DE UN ESTADO LAICO, CIVIL Y DEMOCRÁTICO
Es voluntad del pueblo mexicano constituirse en una República representativa, democrática, laica, federal compuesta de estados libres y soberanos en todo lo concerniente a su régimen interior, pero unidos en una federación.
Estas cuatro características son claves para comprender mejor la conformación del Estado, por eso es importante desglosar cada concepto:
REPRESENTATIVA  Se dice que la República es representativa porque el pueblo nombra por medio de los instrumentos políticos o electorales a un grupo de personas que serán sus representantes, quienes tomarán por él las decisiones y crearán normas jurídicas, además de representarlo en la gestión pública.
DEMOCRÁTICA  En la democracia, el poder reside en la basa, que es el pueblo, y este elige las estructuras, los mecanismos y los representantes que hacen efectivo su poder. En un régimen democrático puede haber un presidente, que es el titular o depositario temporal del poder, pues en él se deposita la voluntad del pueblo.
LAICA  Se da cuando se distinguen y son  independientes el Estado y la Iglesia, es decir, por una parte el Estado respeta la libertad de creencia de sus ciudadanos y no impone ninguna religión ni discrimina a nadie por la que profese; por otra, significa que la iglesia debe dedicarse al culto y abstenerse de hacer política.
FEDERAL  A diferencia de otros países, el nuestro es la Unión, es decir, que cada una de sus partes es autónoma y libre; sin embargo, por su mutua conveniencia, se asocian para alcanzar sus fines. Estas partes se llaman estados (como Aguascalientes, Campeche, Guerrero, etcétera) y a la Unión se le llama Federación. El nombre completo de nuestro país es Estados Unidos Mexicanos, es decir, somos la unión de dichas entidades. Ser una república federal, significa dos cosas: que cada estado es independiente y solidario con el resto de los estados y tienen en común muchos elementos.

El sufragio efectivo y la no reelección 

Durante las elecciones de 1910, el Partido Anti reeleccionista, cuyo candidato era Francisco I. Madero, desconoció la elección. Para Madero, el fraude y la corrupción eran visibles para todo el país, por lo que convocó el 5 de octubre de 1910, en el Plan de San Luis, a nuevas elecciones y a una revuelta armada cuyo inicio sería el 20 de noviembre. Su lema fue Sufragio efectivo, no reelección. Estos dos principios son fundamentos de la democracia actual: la efectividad, transparencia y respeto al voto de los ciudadanos, y la oposición a toda forma de dictadura o perpetuación en el poder; dicho con otras palabras, la actividad maderista puso de relieve la importancia de servir por medio del poder, y no de servirse del poder.

El reconocimiento del voto a las mujeres

Un paso fundamental en el andar democrático mexicano fue el reconocimiento de la igualdad jurídica entre el hombre y la mujer. Un año antes de la constitución de 1917, tres estados de la Federacion: Tabasco, Yucatán y Chiapas, habían reconocido la capacidad de la mujer para votar y ser elegida en puestos de representación popular. Sin embargo, la redacción de la Constitucion de 1917 no especificó nunca que la cualidad de “ciudadano” era aplicable también a las mujeres.  Por ese motivo, en 1946 el presidente Miguel Alemán Valdés aprobó las reformas que posibilitaron la elección de mujeres en el ámbito municipal en igualdad de condiciones que los varones. Después, en la administración del presidente Adolfo Ruiz Cortines, en 1953, se aprobó la reforma del artículo 34 constitucional, que definía como ciudadano a todo hombre y mujer que cumpliera con el requisito de edad y de honorabilidad de vida. A partir de entonces, las mujeres ya podían votar y ser votadas.
Todavía hay grandes retos en torno a la equidad de género, elemento esencial de la democracia, para acceder a cargos públicos y de representación popular.

RETOS Y OPORTUNIDADES DE LA DEMOCRACIA EN MÉXICO

El gran reto de la democracia es que todos deciden en bien de todos, la dificultad que encierra la democracia, al cabo de un tiempo, demuestra que es el estilo de vida que más respeta y hace valer la dignidad de la persona y sus derechos, logra mayor cohesión social y hace madurar a sus integrantes en responsabilidad y capacidad de dialogo.

La participación ciudadana para una gobernabilidad democrática

El pueblo es el origen y fin del gobierno y, por tanto, de las decisiones colectivas. El bienestar, en toda democracia, es del pueblo, con el pueblo y para el pueblo.
RETOS
SOBERANÍA. El pueblo debe tener conciencia de sí mismo como soberano, es decir, en tanto fuente y origen del poder. Los representantes electos por el pueblo deben ser sus servidores y no al contrario, como ocurre en las tiranías.
TOMA DE DECISIONES COLECTIVA. El pueblo se debe reconocer como el motor de todo cambio social. No se elige a un gobierno para que sustituya al pueblo en las tareas y responsabilidades que le competen, sino para que las organice, encauce y lleve a buen término. En una democracia, la sociedad en su conjunto es la principal responsable de su propio bienestar.
ACCESO A LA INFORMACIÓN. El pueblo debe vigilar que las funciones que desempeña el gobierno redunden en beneficio del pueblo mismo. Pedir rendición de cuentas a los gobernantes es participar de manera efectiva para cerrar el ciclo de la democracia, pues de esta manera el pueblo se asegura de que lo instituido sea realmente en su bien.
En síntesis, si a la soberanía se añaden la toma de decisiones colectiva, el acceso a la información, los valores de solidaridad, colaboración y responsabilidad, entonces la democracia tendrá una base vivencial y las elecciones políticas se sostendrán en prácticas democráticas cotidianas. Ahora bien, participar es la actividad ciudadana por la cual cada individuo se constituye efectivamente como parte de la comunidad. El marco fundamental que establece los límites y cauces para la participación ciudadana es precisamente la Constitución. Se puede decir que la Constitución promueve y legisla la participación, pero es el individuo quien decide participar en la construcción de la vida común.
La elección de los gobernantes es una de las formas características y fundamentales de la participación democrática. Elegir es decidir colectivamente las metas de la sociedad y seleccionar a los representantes que trabajarán en ellas, coordinando los esfuerzos de todos, creando instituciones y leyes, y vigilando que exista un ambiente de respeto y cumplimiento de las obligaciones.

Necesidad de observadores ciudadanos en el desarrollo de procesos electorales

Una de las acciones más importantes que hoy podemos hacer los ciudadanos, es ser observadores electorales.
Un observador electoral, vigila y observa que antes, durante y después de las elecciones, estas transcurran con apego a la ley, es decir, que todos los que participan en un proceso electoral cumplan las normas electorales y conduzcan sus acciones con apego a los principios democráticos.
Lo cierto es que entre más ciudadanos sean observadores, disminuye la posibilidad de cualquier tipo de fraude y aumenta la legitimidad de una elección. Cabe recordar que un observador ciudadano no participa activamente en la instalación de casillas o en el conteo de votos. Su función es observar el proceso, verificar que se cumpla la ley, pedir información sobre el proceso en cualquier momento y ser testigo del conteo de votos y del registro de resultados.

5 comentarios:

  1. Alguien me puede ayudar con 5 fechas sobre los cambios que han habido desde el siglo XX para la conformación del estado laico, civil y democrático que se tiene ahora en México.

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  2. Tenia que hacer un escrito sobre esto con la informacion que me dio la maestra y lei esta y me parecio perfecta
    Después de anotar todo me di cuenta que es la misma información que me dio la maestra:(

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